30 de setembre 2017

NEONICOTINOIDES


Son insecticidas a base de nicotina que atacan el sistema nervioso central de las plagas de insectos. Son pesticidas sistémicos, es decir, son absorbidos por la planta e incorporados en todos los tejidos vegetales -raíces, tallos, hojas, flores-, así como polen y néctar.  Solubles en agua, toxicos incluso a dosis bajas  y muy persistentes (es decir, no se degradan fácilmente) en el suelo, lo que da lugar a una exposición sostenida y crónica en los entornos terrestres y acuáticos. La aplicación generalizada y rutinaria de los neonics en la agricultura está causando una contaminación ambiental a gran escala y efectos significativos en la biodiversidad, lo que representa una amenaza importante para los ecosistemas.
Fueron introducidos por primera vez en la década de los 90 y son ahora los insecticidas más utilizados en el mundo. Las aplicaciones agrícolas incluyen tratamientos de semillas, tratamientos de suelo, pulverizaciones foliares y productos para césped. Los neonics también se utilizan en la silvicultura, en el tratamiento de pulgas para mascotas y en el cuidado del césped doméstico y comercial.
¿Porque los rechazamos?
Los neonics estan ligados a la fuerte disminución de las abejas, también de insectos, aves y pequeños mamiferos donde se emplean,  pueden contaminar nuestros sistemas alimentarios. Un plaguicida sistémico estrechamente relacionado, el fipronil, se encuentra actualmente en el centro de un creciente escándalo de seguridad alimentaria en Europa después de que se detectaran altos niveles de insecticida tóxico en los productos de huevo vendidos en 15 estados de la UE, además de Suiza y Hong Kong. Millones de huevos han sido retirados de tiendas y almacenes en toda Europa por temor a que los huevos contaminados representen un grave riesgo para la seguridad de los consumidores.
La evaluación actualizada confirmada por el Grupo de Trabajo sobre Plaguicidas Sistémicos (TFSP)publica en Ottawa, Canadá, la segunda edición de su Evaluación Mundial Integrada de los Efectos de los Plaguicidas Sistémicos sobre la Biodiversidad y los Ecosistemas. Sintetiza más de 500 estudios desde 2014, incluyendo algunos patrocinados por la industria. La revisión también consideró el fipronil, un plaguicida sistémico estrechamente relacionado utilizado en Europa como una amenaza para la biodiversidad de los ecosistemas.
“Los hallazgos de hoy reiteran la necesidad de detener el uso masivo de pesticidas sistémicos, incluyendo de manera urgente su uso preventivo como el tratamiento de semillas “, dijo Jean-Marc Bonmatin, investigador del Centro Nacional de Investigación Científica (CNRS) y vicepresidente del TFSP. “El uso de estos plaguicidas es contrario a las prácticas agrícolas ambientalmente sostenibles. No proporciona ningún beneficio real a los agricultores, disminuye la calidad del suelo, daña la biodiversidad y contamina el agua, el aire y los alimentos. Ya no hay razón para continuar por este camino de destrucción “.
Los informes recibidos examinan nuevos datos sobre el modo de acción, el metabolismo, la toxicidad y la contaminación ambiental de los neonicotinoides y el fipronil; los efectos letales y subletales de los neonicotinoides y el fipronil sobre los organismos y sus efectos en los ecosistemas; y la eficacia de los neonicotinoides y el fipronil en la agricultura y los enfoques alternativos para el control de plagas. Otras fuentes
“Sólo una pequeña fracción del uso de pesticidas sirve para combatir plagas. La mayoría simplemente contamina el medio ambiente con un daño generalizado para los organismos “no-objetivo, dijo Faisal Moola, profesor adjunto de ecología de la Universidad de Toronto.”
En 2013, la Unión Europea impuso una moratoria sobre ciertos usos del imidacloprid, la clotianidina y el tiametoxam en cultivos atractivos para las abejas, y ahora está considerando una propuesta para prorrogar esta moratoria. La nueva ley de biodiversidad de Francia incluye una disposición para prohibir todos los usos de neonics a partir de septiembre de 2018.
La Fundación Amigos de las Abejas  es miembro de  “The Save the Bees Coalition is a platform of European”  trabajamos sensibilizando y defendiendo a las abejas dentro de la UE,  creemos que la agricultura debe convivir con la biodiversidad no a sus expensas, para ello se debe investigar mas, con el fin de encontrar alternativas que permitan al agricultor mantener la rentabilidad de sus explotaciones utilizando tecnicas de rotacion de cultivos incluso insecticidas menos agresivos y mas especificos contra las plagas, pues apicultura y agricultura deben ser complementarias, por ello colaboramos con otras organizaciones para seguir el camino emprendido por Francia y prohibir el uso de este insecticida tan agresivo para la biodiversidad.